lunes, 23 de mayo de 2011

LOS GORRIONES Y LA GOLONDRINA de Alberto García Rodríguez


Ilustración de Alberto García Rodríguez


Finalizaba el invierno del año 1.724. Una golondrina emigraba de tierras africanas a las tierras de Vélez Málaga, pero se equivocó de camino en alta mar y tomó la dirección a las Islas Británicas. Mientras más se acercaba a tierras inglesas peor tiempo hacía. La golondrina pensó que pronto comenzaría a llover. Así fue, comenzó a llover con mucha fuerza. La golondrina se refugió en un árbol y se acurrucó entre las ramas.


 
Ilustración de Alberto García Rodríguez


Allí había un nido a medio construir, que era de una pareja de gorriones, la hembra del gorrión tenía que poner sus huevos. Caía tanta agua que el nido se iba rompiendo poco a poco. Los gorriones estaban preocupados, porque no sabían qué hacer para evitar la destrucción del nido. La golondrina intentó ayudarles echando barro, porque las golondrinas hacen su nido con barro y no con ramas como los gorriones. Cuando amainó la lluvia, los gorriones le ofrecieron vivir con ellos por la ayuda que les había prestado. La golondrina rechazó la oferta, porque el clima de Inglaterra era muy lluvioso y de bajas temperaturas, así que tenía que seguir su camino a un clima más cálido. Tomó de nuevo rumbo a Vélez Málaga.

Ilustración Alberto García Rodríguez
El gorrión hembra puso sus huevos y los incubó. Al cabo de unas semanas nacieron los polluelos. Cada día que pasaba los gorriones se preguntaban si la golondrina habría llegado a su destino.
La golondrina y los gorriones no se volvieron a encontrar, pero siempre recordaban aquel día lluvioso de invierno. 




Alberto García Rodríguez de Sexto de Primaria.

2 comentarios:

  1. Una buena historia la que cuentas y bien construida. Sigue escribiendo, Alberto, tienes talento.

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  2. Me ha gustado el tema que trata, la solidaridad y emigración.

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