Esta es la historia de una hormiga que era muy trabajadora nunca descansaba, siempre estaba trabajando.
Un día, como todos los demás, fue a buscar comida y se encontró la larva de un insecto de vuelta al hormiguero. Dejó la comida, que llevaba, en el suelo y fue en busca de la larva, la cogió y se la llevó al hormiguero para cuidarla.
Todas las hormigas cuidaban a la larva y la larva iba creciendo y las hormigas estaban cada vez más contentas, pero las hormigas no sabían que la larva se estaba comiendo a sus larvas.
Cuando la larva terminó de crecer, se convirtió en una hermosa mariposa azul y se fue volando.
Un día, la mariposa azul fue en busca de las larvas hormigas e iba a comérselas, pero luego se acordó que un día la habían cuidado. Entonces no se las comió, se arrepintió de lo que iba hacer. La mariposa azul pidió a las hormigas que si se podía quedar a vivir con ellas y las hormigas se pusieron muy contentas y le dijeron que sí.
Cristina Gutiérrez Fernández de 6º de Primaria.
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