martes, 8 de marzo de 2011

LA CUCARACHA Y LA PIZARRA de Julia Gabarre Carmona.

LA CUCARACHA Y LA PIZARRA
         

Dibujo de Julia Gabarre Carmona



           Había una vez en mi pueblo una cucaracha muy fea. A todos los niños del pueblo les daba mucho asco tocarla y otros querían pisarla y aplastarla. La cucaracha se sentía muy triste.
Un día un niño vio la cucaracha y no le dio asco y no la quería matar. La cogió con mucho cariño y la guardó en una caja y se la llevó al colegio.
La cucaracha se escapó y corrió un rato por la clase y cuando se cansó de correr, se fue a pintar en la pizarra.
La cucaracha no sabía que la pizarra estaba encantada, era mágica. La pizarra podía hablar, ver, oír… y hasta tener sentimientos. La pizarra se enamoró locamente y de repente de la cucaracha. Desde ese día todos los niños del pueblo empezaron a tratar a la cucaracha bien, pues podían ser encantados o convertidos en ranas o en estatuas de piedra por la pizarra mágica.
La cucaracha se siente de maravilla desde entonces y es muy feliz con su novia la pizarra.
Las tizas empezaron a sentir envidia de la cucaracha y la pizarra y chismorrean siempre que pueden de ellas.
El borrador que es amigo de las tizas y de la pizarra veía muy mal el comportamiento de las tizas. El borrador un poco enfadado dijo a las tizas:
-¿No os da vergüenza ir contando chismes de vuestra amiga la pizarra con lo bien que se porta con vosotras? La pizarra no haría nunca eso con vosotras. Ella se alegraría mucho, si os pasara algo parecido, le daría mucha alegría que vosotras tuvierais alguien que os quisiera.
Las tizas se pusieron coloradas de vergüenza, porque el borrador tenía razón. Desde ese momento las tizas prometieron no volver a contar chismes de su amiga la pizarra y la cucaracha, y de nadie.
Todos son felices porque se tratan con respeto y cariño.

Julia Gabarre Carmona. 6º de Primaria.