jueves, 23 de junio de 2011

LAS TRES HERMANAS Y EL PLATO DE PORCELANA (Texto colectivo)

     Un tarde soleada  se encontraban en la playa las tres hermanas. Noelia, que era la más grande, Mica, que era la mediana y Ana, que era la pequeña. Las tres hermanas estaban jugando al balón-volea; de tanto jugar acabaron cansadas y sedientas. Una de las hermanas decide que pueden ir al chiringuito a comprar Coca Cola.  Las tres hermanas se van al chiringuito charlando y jugando. Ana se queda  atrás entretenida y se despista de sus hermanas y se pierde.
      Mica y Noelia van charlando muy animadas y no  se dan cuenta de que Ana ya no va con ellas. Cuando se dieron cuenta de que Ana no está con ellas salieron a buscarla.


      -¡Ana, Ana, Anaaa!-gritaban las dos hermanas preocupadas. Deciden que cada una debe buscar a Ana por un lado de la playa.

     En la busqueda Mica se encuentra, casi enterrado, en la arena de la playa un trozo de un plato de porcelana. Lo cogió y se lo llevó.

     Noelia iba buscando por las cañas a su hermana Ana por si estaba escondida y vio un  trozo de algo blanco, que brillaba entre la arena y las cañas. Lo cogió y se lo llevó.




     Pasado un rato, Mica y Noelia se encontraron en el lugar donde estaban en la playa tomando el sol. Ninguna de las dos habían encontrado a su hermana. Mica le enseña a Noelia el trozo del plato de porcelana que había encontrado.
    - Yo tambien me he encontrado un trozo parecido a ese. -  Noelia saca su trozo de porcelana de la mochila.
    -¡Anda, si  es parecido al mio!-dijo Mica.
    - Si parece que los dos pertenecen a un mismo plato. - dijo Noelia.


    Las dos hermanas juntaron los dos trozos de porcelana. Las dos partes formaban un plato completo. Y de pronto  apareció en la superficie del plato la imagen de su hermana Ana que estaba desolada, llorando en las escaleras de una casa vieja y  abandonada.


     Noelia sabia donde estaba esa casa abandonada, fueron corriendo a buscar a su hermana pequeña.

      Noelia y Mica  estaban delante de la casa abandonada, la puerta de la casa estaba abierta, entraron un poco asustadas, al fondo se veía otra puerta, donde se escuchaban ruidos extraños.



     Abrieron la puerta con mucho cuidado porque tenían miedo. Entraron en una habitación muy sucia con grandes  telarañas, había una escalera de madera que llevaba al sótano; bajaron las escaleras con mucho miedo. Las escaleras crujían a cada paso. Noelia  iba la primera, el sótano estaba  en penumbra, entraba un poco de luz a través de unas ventanas muy pequeñas.



       En un rincón vieron como una rata estaba royendo una caja de madera. Dentro de la caja se escuchaba a Ana llorar. La rata era enorme, de grandes bigotes y  larga cola. Mica al ver la rata dio un grito descomunal. Noelia sobresaltada gritó aún más alto.  De pronto vieron un extraña sombra alargada en una pared que se movía. 

      - ¿Cómo os habéis atrevido a entrar en mi casa?- dijo la sombra.  Era una bruja fea y muy vieja.
       - ¿ Qué habéis  venido  a buscar a mi casa?
      - Hemos venido a buscar a nuestra hermana Ana, que la tienes  encerrada  en esa caja de madera. - dijo Noelia.
        -¿Cómo sabéis que  es vuestra hermana? - dijo la bruja .
      - La hemos  visto en  un  plato mágico, que hemos encontrado en la playa.- dijo Noelia.
      - Si me dais ese plato mágico os podéis llevar a vuestra hermana.- dijo la bruja.



        Las hermanas no pensaban  dárselo, tenían que pensar un plan rápido para engañar a la bruja. La rata había hecho un agujero grande en la caja de madera y Ana pudo arrancar trozos de madera y pudo salir de la caja y corrió deprisa a las escaleras.

      Sus hermanas fueron detrás corriendo a toda velocidad. La bruja intentó salir corriendo, pero la enorme rata se abalanzó hacia ella y se cayeron al suelo. La bruja y la rata comenzaron a pelearse.  Mientras, las tres hermanas ya habían salido de la casa y estaban bien lejos.


       Mica, Ana y Noelia se fueron corriendo a su casa y se lo contaron todo a sus padres, que no creían nada de lo que contaban sus tres hijas.


        -Ensenad los trozos del plato de porcelana. - dijo la madre.


       Noelia le dio su trozo y Mica hizo lo mismo. Cuando la madre cogió los dos trozos los unió y vio que el plato era verdaderamente mágico, pues vio un anillo que había perdido hacía tiempo, mientras hacía la limpieza del baño. Fue a buscar el anillo, que estaba detrás del mueble del lavabo.


     Los padres decidieron poner el plato de porcelana en la estantería del salón en la vitrina guardado con llave.


     Los padres y sus tres hijas decidieron ir  al parque de atracciones para celebrarlo y para que Ana olvidara el mal rato que había pasado con la bruja con la bruja.


        Y esta es la historia de  las tres hermanas y el plato de porcelana.
       Noelia Vázquez Pérez , 
Micaela Medina Espindola, 
Ana Belén España García  
de 6º de Primaria.


      - Me he escapado, vamos corriendo a las escaleras. - gritó Ana - corred hacia las escaleras.

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